
- Puerta de acceso.
- Cuerpo de guardia.
- Habitaciones adosadas (sala de exposiciones).
- Torreón angular desaparecido.
- Torre del Hospital.
- Muro para impedir el paso por las cornisas.
- Aljibe principal.
- Estancia denominada “La Carcel”.
- Capilla y necrópolis.
- Poterna de acceso al despoblado.
Descripción
El núcleo alto del castillo está defendido con una muralla que lo rodea por el cuadrante oeste, mientras que en el lado sur es la propia Naturaleza, en forma de escarpes inaccesibles, la más eficaz salvaguardia. Este recinto intermedio, en el que se aprecian diversas fases constructivas, encierra un espacio irregular de unos 3.400 m2 escalonado en varios planos.
La muralla, extendida de norte a oeste, integra un cuerpo de guardia abovedado desde cuya terraza se defiende la puerta de acceso. La llamada “Torre del Hospital”, recrecida posiblemente durante la “Guerra de los Pedros” (1356-1369), defiende el extremo más occidental, mientras que varias estancias, actualmente reconstruidas y destinadas a salas de exposiciones, se acomodaron en la muralla al abrigo del viento del norte y bien orientadas al sur.
Un gran aljibe recoge las aguas de escorrentía de las rocas del flanco sur y daba servicio a este recinto, dotado de mejores condiciones de habitabilidad que el recinto superior.
En un escalón inferior, hacia el este, se aprecian los restos de una pequeña capilla, con su minúscula necrópolis anexa, y más abajo un muro donde se abre la poterna que comunicaba el castillo con el primitivo poblado de Peracense. Un extraña construcción, popularmente denominada “La Cárcel”, se acomoda atrevidamente sobre el vacío.