Ruta 4: Pueblo de Rodenas


Tipo: A pie
Dificultad: Fácil
Duración: 60 minutos
Desde el castillo en coche: 6 minutos
Desde el castillo a pie: 45 minutos. Distancia 3,5 km. Desde el aparcamiento, tomar la carretera hacia la derecha.


La población de Rodenas constituye uno de los pueblos con mayor encanto de la zona, porque arquitectura en piedra de rodeno, forma parte del Parque Cultural Sierra de Albarracín.

El recorrido se inicia en la Iglesia parroquial de Santa Catalina, levantada a finales del s.XVI en estilo gótico renacentista. Al exterior es muy austera y lisa, con simples ventales rectangulares. Si bien la fachada principal es de estilo clasicista, con una portada en arco de medio punto flanqueado por dos pilastras, el interior consta de una nave de salón cubierta de crucería estrellada. La torre campanario, de escasa altura, tiene un carácter defensivo. Posee siete capillas cubiertas por cúpulas que contienen destacados retablos de los siglos XV al XVII.

Si se continúa por la primera calle a la derecha de llega a la casa del Olmo, construcción del siglo XVII, aunque su origen se remonta al periodo bajomedieval. Está formada por dos viviendas adosadas, cada una con su portada con arco de medio punto, una de las cuales cuenta con una piedra armera o escudo en piedra. Destaca también la rejería de ventanas y balcones. Esta vivienda perteneció a la familia de los Martínez Rubio, una de las más poderosas de Rodenas, uno de cuyos miembros llegó a ser deán de la Catedral de Teruel, visitador de Cerdeña y en 1649 fue nombrado virrey de Nápoles y arzobispo de Palermo.

Desde la casa del Olmo, y continuando por el camino empedrado, se llega a la antigua ermita, levantada en el s.XIII en el estilo gótico temprano como la primitiva iglesia parroquial. Si bien contaba con nave central y capillas laterales, solamente se han conservado dos de aquellas, las cuales tuvieron uso funerario para las familias más adineradas de Rodenas.

En los campos del entorno de localizan unas construcciones singulares, los palomares, construcciones que servían básicamente para la cría de pichones. Estaban ligados a la economía rural, lo que daba a sus propietarios una fuente de ingresos adicionales con la producción y venta de guano o palomina, un abono natural de gran valor para la agricultura.

Desde la casa del Olmo se continúa por la calle de enfrente hacia la parte trasera de la iglesia, junto a la que se levanta el antiguo horno comunal, que actualmente acoge el Centro de Interpretación “Los Encantos del Rodeno”- se puede visitar con cita previa-.

A continuación, se puede ver otra de las casas solariegas del municipio. La casa de los Julianes pertenece a una de las familias más notables de la localidad durante el siglo XVIII. Destaca la portada con un gran arco de medio punto, así como el gran banco de piedra. En la última planta se observan unos pequeños ventanucos que indican su uso como secadero de jamones y embutidos.

Dando la vuelta a la casona, se encuentran varias construcciones bajas situadas a los pies de la ladera rocosa, que ocultan la edificación más característica del municipio, la cisterna o aljibe. Se trata de un gran depósito de agua de uso comunal, construido en sillería de rodeno hacia el siglo XVII. De planta rectangular, al exterior presenta una fachada adintelada y una cubierta escalonada con grandes losas. Se corona con una torrecilla circular de ventilación, rematada con un cupulín de hierro calado. Es recomendable ascender ligeramente por la laja rocosa donde se asienta el aljibe, para observar los numerosos canalillos excavados en la roca, que permiten recoger el agua de lluvia y conducirla hacia el depósito.

Continuando por la calle del aljibe, y a las afueras del pueblo en la carretera TE-V-9022 con dirección a Tordesilos, se sitúa el lavadero del Navajo. El propio topónimo de Navajos alude a la abundante agua. El lavadero está formado por numerosas piletas de uso individual construidas en grandes piedras de rodeno de una sola pieza. Las más grandes servían para lavar la ropa del hogar y las más pequeñas para las prendas de vestir.